Muchos y muy buenos católicos consideran a José Gregorio santo auténtico aún sin estar canonizado.
A veces un sacerdote católico o un grupo de damas de una parroquia organizan una peregrinación a Isnotú. En el viaje visitan también el santuario de la Virgen de Coromoto en Guanare. El cura que acompaña a los peregrinos suele celebrar una misa en la hermosa iglesia de Isnotú, construida con las contribuciones de los fieles. A menudo los enfermos que participan en estos viajes se sienten mejor, pero la Iglesia no acepta cualquier curación espontánea como auténtico milagro.
José Gregorio Hernández fue incorporado también en el panteón del culto espiritista de María Lionza. Se manifiesta en los médiums para diagnosticar una enfermedad y para curar a los creyentes, aunque en el curso de los dos últimos años, desde que el doctor es considerado "Venerable" ya no suele manifestarse con gran frecuencia, puesto que su espíritu ya es "muy elevado". Manda más bien los espíritus de otros médicos, sus asistentes, para llevar a cabo operaciones espirituales y para recetar y diagnosticar. Se nota la distinción que hace el mismo pueblo entre "ánimas" y "auténticos santos": las ánimas pueden manifestarse en médiums en forma de espíritus, pero los santos nunca toman posesión de una persona en trance.
José Gregorio Hernández fue incorporado también en el panteón del culto espiritista de María Lionza. Se manifiesta en los médiums para diagnosticar una enfermedad y para curar a los creyentes, aunque en el curso de los dos últimos años, desde que el doctor es considerado "Venerable" ya no suele manifestarse con gran frecuencia, puesto que su espíritu ya es "muy elevado". Manda más bien los espíritus de otros médicos, sus asistentes, para llevar a cabo operaciones espirituales y para recetar y diagnosticar. Se nota la distinción que hace el mismo pueblo entre "ánimas" y "auténticos santos": las ánimas pueden manifestarse en médiums en forma de espíritus, pero los santos nunca toman posesión de una persona en trance.